jueves, 1 de diciembre de 2011

dejarse llevar.

Soy de esas personas que no cree del todo en el destino, pero quizás si creo que no hay casualidades, que todo lo que ocurre tiene un motivo, que todo lo que llega a nuestras vidas es por algo y aunque a veces no llege en el momento adecuado y aunque se aleja, siempre vuelve.

El destino es algo que nosotros mismos podemos cambiar ya que somos nosotros quienes escojemos nuestro camino. Si es verdad, que a veces cuando menos te lo esperas, cuando dejas de buscar, algo nuevo llega a tu vida pero eres tú quién decide que se quede o no.

No se porqué dos personas se juntan, ni por qué pasa una cosa y no otra, creo que nadie lo sabe; pero de lo que si estoy segura es de que, que haya pasado eso no es una casualidad. Todo tiene siempre un por qué, aunque no siempre sepamos encontrarlo.

Cuando algo nuevo entra en mi vida, siempre busco un motivo, una razón, una respuesta a por qué eso y no lo otro. Pero es obvio, que no siempre hay respuesta. Por eso, estoy segura, que el destino es de cierta manera porque nosotros dejamos que sea así. Somos nosotros quienes tenemos la última palabra, quienes decimos que algo ocurra o no.

Por eso mismo a veces, por darle tantas vueltas a las cosas o por intentar buscar el por qué de todo o lo que vendrá después, dejamos pasar ciertas oportunidades sin darnos cuenta. Hay cosas que perdemos, que nunca vuelven, y las que vuelven es por qué nosotros lo elegimos así.

Todo lo que pasa en nosotros, es por qué nosotros queremos. El destino está en nuestras manos y las casualidades no existen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario