domingo, 1 de diciembre de 2013

Gracias por haberte ido.

¿Comodidad? Sí quizás sea eso la respuesta a todas mis preguntas. Ni amor, ni desamor, ni lágrimas, ni promesas rotas, ni felicidad, ni pasión ni ostias. Todo fue comodidad. ¿Alguna vez te dijeron lo cobarde que eres? Me he callado tantas cosas que no se que pasará el día que la bomba que llevo por dentro explote. Por otro lado todo se está volviendo loco a mi alrededor, eso o soy yo la que se está volviendo loca. Pero me gusta, me gusta esta sensación, que no se ni explicarla, pero me gusta y tu no formas parte de ella. Y mientras tu sigues con tu comodidad, con tus caminos fáciles, yo me voy dando cuenta de lo jodidamente genial que es saber que la felicidad no depende de nadie, que mi sonrisa sigue conmigo a cada paso que doy y que estar sin ti no es estar sola. Respecto al amor… Es un tema aparte, creo que el amor murió dentro de mi pero eh, tampoco me preocupa. Todo se acaba, todo pasa y todo llega. Lo siento si no te necesito, lo que necesito lo tengo a mi lado desde el momento uno hasta el final. Gracias creo que es lo único que podría decirte, gracias por haberte ido aunque siempre me quedaré con lo bueno.
La vida da mil vueltas, hoy estas aquí y mañana en otro sitio, hoy tienes algo y mañana se esfuma. Un día estas arriba y otro día estas abajo, pero siempre se puede seguir adelante, siempre quedará un motivo, un algo. Puedo decir que mi corazón ya no siente, que mis ojos ya no lloran, que en mi estómago no quedan mariposas pero la sonrisa no me la quita ni la persona más hija de puta que se me ponga delante. Y podré hundirme, ahogarme pero se que tengo algo que me quiere ver arriba, bien arriba, por encima de ti y créeme que eso me resulta muy fácil. Intenté buscar un porque, una razón de porque todo es mejor ahora, de porque abrí los ojos y vi lo genial que era todo ahí fuera desde el momento en que decidiste irte de mi cama para siempre, pero desistí, no hay respuesta. Y lo prefiero así porque siempre quedan lugares bonitos en los que hacer recuerdos.

que gano contigo; que pierdo sin ti.

Los sentimientos vienen y van. Me pregunto que pierdo contigo y que gano sin ti, pero aún así, prometo dejarte huella. Me recorreré cada poro de tu piel, te besaré hasta el alma, te calaré hasta los huesos y te "follaré" como nunca antes te lo habían echo. No pretendo enamorarte, tampoco lo quiero pero si pretendo que mi cama sea tu preferida. Mis labios serán tus preferidos y en mi caso serán tus labios o la vida. No hay promesas de por medio, ni etiquetas, ni contratos, pero perderte en mis sabanas será tu pasatiempo favorito. Y entonces cuando intentes escapar, será demasiado tarde.