sábado, 21 de enero de 2012

Siempre.

A veces no nos damos cuenta de las cosas, de lo que tenemos, o más bien no nos queremos dar cuenta. Miramos a nuestro al rededor pensando que todo lo que tenemos siempre estará ahí, dispuesto a nosotros las 24 horas del día, los 365 días del año. Pero en el fondo, sabemos que nos estamos equivocando, que el día menos esperado alguien no estará, por voluntad propia o no, pero se irá. Por eso mismo, creo que a veces deberíamos pararnos cinco minutos y observar bien lo que tenemos, y dar las gracias tanto a los que están como a los que ya se fueron.
Dar las gracias a los que te odian, porque te hacen más fuerte; a los que te quisieron porque sacaron de tí ese cariño que llevas por dentro; a los que te cuidaron y te cuidan, porque te hacen sentir importante; a los que entraron en tu vida e hicieron de tí lo que eres hoy, da las gracias también a aquellos que se han ido, porque son los primeros que te demostraron que nada es para siempre; a aquellos que te escuchan y sobre todo da las gracias a aquellos que están siempre, porque te enseñan que la amistad verdadera si existe.
No merece la pena guardarle rencor a nadie, ni siquiera malgastar tu tiempo odiando a alguien, que mas dá. Quédate con lo tuyo, lo que merece la pena y al resto, ¡que les den!

No hay comentarios:

Publicar un comentario